FUGAZ

Y el Lucero encendido detrás de tus ojos,
detrás de mi nada.
¡Ay! Si tuviera todo el tiempo
el mar ya no sería un misterio,
ya no habría más misterio.
Ya no me sería posible oír tus pasos venir
por debajo del mar.
¡Ay! Si lo recordara todo
¿quién leería mis labios
en esa soledad espantable? Tal vez tú.
¡Ay! Si tuviera todo el tiempo en mis manos,
te besaría del pubis al infinito.
Recorrería tu cuerpo desierto de mi
Hasta la mismísima nada.
¡Ay! Si tuviera todo el tiempo
cómo lo derramaría sobre mi
de todas las maneras y en todos los paisajes
de tu cuerpo infinito.
¡Ah! Si no estuvieras tan desierta de mí,
que perfectos serían mis besos,
cuánta mar y pliegues de la luz
en tus senos.
¡Ay! Si mi séptimo beso
no tuviera amor en absoluto.
¡Ay! Si te volviera a encontrar
recostada sobre un manto de estrellas
en la infinitud de mi noche
compartida.
¡Ay! Si no tuviera las manos atadas
con tu precinto de oro.
Podría ver tus pelos flotar
Bajo el viento solar
Del poema primero.
jlc
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