Los límites son necesarios para le existencia plena de la
forma.
Los grandes se ven por sus pequeñas obras, no por las
grandes, las muy grandes nadie las ve, solo los grandes las alcanzan a ver,
porque los grandes ven lo grande, y a veces lo Grandioso en las pequeñas cosas, como el simple leer esto.
Se sale de la locura, cuando uno deja tras de sí, el culto a
la mente, no a la inteligencia, y el primero en celebrarlo es el cuerpo, que ya
es libre en su reencuentro con la conciencia original.
Las mentiras también hablan de la verdad ante el espíritu
atento, porque se dicen por alguna razón, y eso devela la intención oculta.
Jorge Costa
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