El
Verbo, es lenguaje íntimo con el que te
comunicas con el Espíritu sintiendo la presencia de toda la Existencia simultáneamente,
y además tus diálogos secretos con los dioses instinto.
Yo
quisiera ver si es posible que tú al escuchar mis palabras con el tacto de tus
ojos sobre mis letras, pudiéramos comunicarnos más allá del silencio que nos
separa, y comenzar un nuevo diálogo rozando nuestros silencios abriendo un
lenguaje solo nuestro, como un nuevo nacimiento del verbo, como descubrirnos,
yo quisiera ver si es posible hacerte saber lo que ya sabes, pero hace miles de
años que estamos jugando a las escondidas por universos de luz y espejos, como
los laberintos de la belleza, una multiplicidad entre nuevos placeres entre la
luz y la sangre vaporosa, en un diálogo desconocido oculto a los ojos de la ley del espíritu, por ahora, porque así
se quiere, sin esfuerzo, como sabiendo el final de las cosas, como si Dios se
mirara al espejo, así ama el espíritu al mundo, haciéndolo uno con él, reuniéndolo
todo en el cofre del amor, creando un diamante de luz en tu espíritu para
encenderlo al final del tiempo, en la intervención del espíritu sobre la
serpiente antigua, sobre el amo de los elementos, sobre el hechicero divino, sobre el espíritu inquieto,
inquieto como la mente, como un cervatillo perdido en otro bosque rescatado por
Tarzán, como tu infancia, como juagábamos en el jardín a ser grandes y
finitos. Cuándo vino la tentación del
pensamiento? Eso yo quisiera que veamos…
Jorge Costa
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